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Historia del municipio

Los primeros indicios que muestran la existencia de vida humana en el concejo corresponden al periodo megalítico, siendo manifestada su existencia en varios lugares con formaciones de necrópolis tumulares. Son de destacar los túmulos de la sierra de las Traviesas en Lleiguazo, el túmulo de Terra Riba en Cermoño, la necrópolis de san Juan en Mallecina y la necrópolis de Pena Ausen en el alto de Carrales. De la edad del bronce se descubren diversos utensilios como un hacha plana de bronce encontrada en el Regueru Secu (Figares), y las hachas de talón y anillas de Álava y Malleza.

De los asentamientos y fortificados castrenses, se tiene constancia de varios de ellos en Casazorrina, Álava, Láneo, Linares, Priero, Godán, Santiago de la Barca y Soto de los Infantes. Ninguno de ellos ha sufrido un estudio arqueológico que nos demuestre la época a la que pertenecieron.

La ocupación romana deja varias muestras en el concejo, siendo importantes las numerosas explotaciones auríferas que encauzan y procesan la materia principal en la extracción. Destacan las minas dela Driosa, Godán, Sobaciella, las Novares, Millera, y el Mouro. También son destacables los canales de La Bouga, el estanque de Les Muelles y los canales de los remoleiros. En la localidad de Ablanedo apareció una lápida que contenía la inscripción romana de: “aquí yace Flavio Cabarco, hijo de Auledo y de Caya, de la tribu o la familia de Beriso fallecido a los XV años de edad.”

La primera noticia documentada de Salas, corresponde a la época medieval y en ella se hace referencia de una donación efectuada por el príncipe Gonzalo en el año 896 al obispado Ovetense, cediéndole varios bienes entre los que se encontraba la iglesia de San Martín. Fruela II cede en el 912 en Salas y Anonaya y en el 1006 la reina Velasquita cede el monasterio de San Martín de Salas.

Del año 1024 data la fundación del monasterio de San Salvador de Cornellana, construido por orden de la infanta Cristina y que sería cedido en el año 1122 por el conde Suero Bermúdez y su esposa Enderquina a la orden de Cluny. El 21 de Julio de dicho año Alfonso VII concede y delimita el coto del monasterio, de cuya jurisdicción va a depender la población, pasando al municipio independiente de Salas en el S.XIX.

En 1277 Salas ya ejerce vida municipal firmando la carta de hermandad con los concejos de Avilés, Pravia, Grado, Somiedo, Valdés, Tineo, Cangas y Allande, teniendo este acontecimiento lugar en La Espina. Dentro de los límites del concejo figuraron los cotos de San Salvador, el de Linares, el de Soto de los Infantes y el de Labio, coto éste último, que formalizó ayuntamiento propio desde 1580 a 1827.

A finales del siglo XV nace una nueva hermandad formada por los concejos de Grado, Pravia, Salas, Valdés y Miranda, que solicitan a los monarcas el reconocimiento de una personalidad jurídica unitaria. Estos concejos estarían más tarde unidos en el mismo partido dentro de la junta general del Principado. En las juntas anteriores a la formación del Principado de Asturias, Salas estuvo representada en ellas por mediación de Pedro Díaz de Salas y García Fernández de Doriga. A partir de 1594 la representación del concejo viene dada por las familias Doriga y Malleza que acabarían entroncándose en un mismo linaje.

El concejo siempre fue lugar de paso obligado en las peregrinaciones a Santiago por su recorrido interior, lo que hizo que en el territorio hubiese hospitales para atender a estas personas, resultando de cierta importancia los de Cornellana, Salas y La Espina.

Uno de los acontecimientos más importantes para el concejo en el siglo XIX, fue la desaparición en 1827 del coto monacal de San Salvador de Cornellana, abandonando los monjes el recinto en 1835 y convirtiéndose la iglesia en parroquial. De este siglo es también la guerra de la Independencia siendo ocupado Salas primeramente por tropas del mariscal Ney en 1809. Dos años más tarde al ocupar el General francés Bonet la ciudad de Oviedo, se instaló en Salas el cuartel general del ejército asturiano. En las luchas Carlistas hay que destacar la derrota sufrida en 1836 en el concejo de la partida carlista de Pablo Sanz.

El siglo XX viene marcado por la contienda Civil española, que influye negativamente, como en el resto del estado, en la sociedad civil.